¿ESTOY ENFERMO Y NO PUEDO TRABAJAR, QUÉ HAGO? GUIA CONTADA SIN RODEOS.

¿Estoy enfermo y no puedo trabajar, qué hago? Mira, si estás en esa situación, primero: respira hondo. Porque cuando el cuerpo no responde y la cabeza está hecha un lío, lo que menos necesitas es perderte entre leyes, siglas raras y papeleos infinitos. Esto te lo cuento como alguien que ha visto muchos casos así (y que también ha tenido que acompañar a familiares en este lío). Así que, ponte cómodo, que aquí van las cosas claras, como si te lo explicara un amogo en una sobremesa.

Cuando te rompe la salud y no puedes seguir

Lo primero que tienes que hacer, sin vueltas, es ir al médico. Nada de aguantarse, ni de pensar que «mañana estaré mejor». Si tu cuerpo o tu mente no dan más, tu sitio no está en el trabajo: está en el centro de salud. El médico será quien determine si puedes seguir trabajando o no, y si te da la baja.

Esto se llama incapacidad temporal. Básicamente, estás oficialmente de baja y cobras una parte de tu sueldo mientras te recuperas. ¿Cuánto cobras? Pues depende:

  • Si es por enfermedad común, cobras el 60% de tu base reguladora desde el día 4 al 20, y el 75% a partir del día 21.
  • Si es por accidente de trabajo o enfermedad profesional, cobras el 75% desde el primer día.

Por ejemplo, a mi compañera Laura le pasó: tuvo un brote de ansiedad por estrés laboral y estuvo de baja varios meses. Al principio se sentía culpable por no ir a trabajar, como si fallara al equipo. Pero gracias a la baja, pudo empezar terapia con tranquilidad. A veces parar es lo que te salva.

¿Y si la cosa no mejora?

Vale, aquí es cuando entramos en territorio más serio. Si llevas 12 meses (o más, si te lo amplían a 18) y sigues igual o peor, el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) puede proponerte pasar a incapacidad permanente.

Y no te asustes, que no es algo raro ni vergonzoso. Pasa más de lo que imaginas. El sistema está para proteger a quienes no pueden seguir trabajando por motivos médicos.

Esto le pasó a Paco. Trabajaba de conductor de camiones. Le diagnosticaron epilepsia. Y claro, con crisis inesperadas, era un peligro estar al volante. Tras un año entero de baja y muchos informes médicos, inició el proceso de incapacidad permanente. Le dieron la incapacidad total y ahora cobra una pensión. No es lo mismo que su sueldo, pero le da para vivir con dignidad.

Tipos de incapacidad permanente (explicados fácil)

Esto va por niveles, como los videojuegos, pero sin diversión:

  • Parcial: puedes seguir trabajando, pero la enfermedad te ha bajado el rendimiento al menos un 33%. Te dan una indemnización única (no mensual), que suele equivaler a 24 mensualidades de tu base reguladora.
  • Total: no puedes seguir en tu trabajo habitual, pero sí podrías hacer otro distinto. Aquí sí hay pensión mensual: un 55% de tu base reguladora. Si tienes más de 55 años y se entiende que tienes dificultad para volver al mercado laboral, puede subir al 75% (lo que se llama total cualificada).
  • Absoluta: no puedes hacer ningún trabajo, ni el tuyo ni otro. La pensión es del 100% de tu base reguladora.
  • Gran Invalidez: además de no poder trabajar, necesitas ayuda para las actividades básicas (comer, asearte, vestirte…). Aquí, además del 100%, te dan un complemento extra para poder pagar esa ayuda.

Ejemplos reales (más concretos):

  • María, peluquera autónoma, tiene artrosis severa en las manos. No puede sujetar tijeras ni hacer un tinte. Le reconocen una incapacidad total para su trabajo, pero luego da clases online de estética (compatible y legal).
  • Pedro, programador informático, empieza a tener trastornos neurológicos. Se le diagnostica esclerosis múltiple. Ya no puede concentrarse más de una hora seguida ni coordinar movimientos finos. Se le reconoce una incapacidad absoluta.
  • Luisa, con 63 años, sufre un ictus con secuelas motoras y de lenguaje. Vive sola y necesita ayuda para vestirse, cocinar y asearse. Le conceden una gran invalidez.

Requisitos para pedir una incapacidad, si estoy enfermo y no puedo trabajar, qué hago?

Aquí no basta con decir que te encuentras mal. Hay que demostrarlo, y eso pasa por tener un expediente médico potente. Necesitas:

  • Estar dado de alta en la Seguridad Social o en una situación asimilada (por ejemplo, cobrando paro).
  • Haber cotizado el mínimo exigido (esto varía según edad y tipo de contingencia).
  • Informes médicos actualizados, detallados y claros, que indiquen diagnóstico, evolución, limitaciones y pronóstico.

Consejo clave:

No te limites al informe del médico de cabecera. Intenta tener:

  • Informes de especialistas.
  • Pruebas diagnósticas (resonancias, TAC, EMG, etc).
  • Informes de psicólogos o psiquiatras, si es por causa mental.
  • Informes de médicos laborales o de mutua, si los tienes.

Todo suma. La clave es que el tribunal médico vea que no estás en condiciones de trabajar.

¿Qué pasa si el INSS me dice que no?

Pues toca pelearlo. Primero con una reclamación previa (tienes 30 días hábiles). Si también la rechazan, puedes presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. Ahí ya necesitas sí o sí un abogado que te defienda y luche contra los abogados del Instituto Nacional de Seguridad Social.

Y ojo, que en juicio es donde más pensiones se ganan. Si presentas un buen peritaje médico, con un abogado que conozca este terreno, puedes dar la vuelta al caso.

Ejemplo:

Antonio, electricista de 52 años, tiene una lesión cervical con hernias discales. El INSS le dice que puede seguir trabajando, pero él no puede ni levantar los brazos. Acude a juicio con el equipo de acomisionabogados.com. Presentan informe de perito, historial médico y su testimonio. El juez le da la razón y le concede una incapacidad total con efectos retroactivos.

¿Y si no tengo los años de cotización?

No estás fuera. Si no cumples los requisitos para una pensión contributiva, puedes optar por:

  • Pensión no contributiva por invalidez: si tienes reconocida una discapacidad del 65% o más y pocos ingresos. En 2025, la cuantía ronda los 517 €/mes, pero puede subir con complementos.
  • Ingreso Mínimo Vital (IMV): si no tienes ingresos y cumples requisitos de vulnerabilidad económica.
  • Ayudas autonómicas: cada comunidad tiene sus propias ayudas (complementarias o específicas).

Ejemplo:

Luis, de 60 años, siempre trabajó en negro y no llegó a cotizar. Sufre una enfermedad degenerativa visual y vive solo. Con la ayuda de un abogado, consigue una pensión no contributiva y un complemento por necesidad de tercera persona. Eso le da un mínimo ingreso mensual para cubrir lo básico.

¿Y si tengo una pensión? ¿Puedo trabajar?

Depende del tipo de incapacidad:

  • Con una parcial, puedes seguir trabajando igual.
  • Con una total, puedes trabajar en algo distinto (por ejemplo, un jardinero con total puede ser portero de finca).
  • Con absoluta o gran invalidez, no puedes trabajar en ningún empleo remunerado.

Ejemplo:

Julián, cocinero de 45 años, tiene una total. No puede estar de pie muchas horas ni levantar peso. Pero monta un pequeño negocio de diseño gráfico desde casa. Legal y compatible. Lo declaró ante el INSS, presentó documentación y no hubo problema.

Preguntas que la gente siempre hace (y con razón)

¿Cuánto dura una baja médica? Hasta 545 días (18 meses). A partir de ahí, te pueden dar el alta, prorrogar o pasar a incapacidad.

¿Me pueden quitar la pensión después? Sí. El INSS puede revisarla cada 2 años. Si mejoras mucho, te la podrían reducir o eliminar. También puedes pedir tú una revisión si empeoras.

¿Me pagan atrasos si gano en juicio? Sí. Si el juez te reconoce la pensión, cobras desde la fecha del hecho causante (lo que suele ser el día de la baja o de la solicitud o la fecha del dictamen propuesta).

¿Es obligatorio tener abogado? No en vía administrativa, pero es más que recomendable. Los errores se pagan. En vía judicial, es muy recomendable.

Consejo final de alguien que ya ha pasado por esto

Esto agota. No solo físicamente, también mentalmente. Es frustrante pelear con un sistema que parece más pensado para ponerte obstáculos que para ayudarte. Pero no estás solo. Y sí, se puede.

Rodéate de buenos profesionales. Gente que sepa de verdad lo que hace. En acomisionabogados.com llevan desde 1981 con este tema. Solo se dedican a incapacidades. Están en Madrid y Málaga, pero trabajan en toda España. Pueden mantener consultas en sus oficinas o por viedollamada o por el teléfono. No es necesario trasladarse. Y lo mejor: solo cobran si tú ganas. Así de claro.

¿Estás enfermo y no puedes trabajar? No te calles, no lo dejes pasar. Pide ayuda, infórmate y pelea por lo tuyo. Porque cuando se trata de tu salud y tu futuro, no hay margen para improvisar.

Conoce AcomisionAbogados

Solo cobramos si ganamos. Expertos en Despidos e Incapacidad desde 1981.

Roberto Hernández

Roberto Hernández

Director de AcomisiónAbogados

Este artículo ha sido redactado por el director de nuestra firma Roberto Hernández.